1 de mayo de 2014

Bienvenido a Irkalla



Bienvenid@ a Irkalla, la tierra del no retorno.

Para los sumerios, el Irkalla era el lugar destinado a los muertos. Allí­ iban a parar no solo las almas de los difuntos, sino que además se acumulaban todas sus impurezas y aquellas acciones no deseables que habían cometido en vida. Por ello, la muerte representaba una transición. Era la forma de purificarse y adentrarse en una nueva vida sin las cargas pasadas.

De forma equiparable, el escritor precisa visitar su propio Irkalla antes de crear. Es necesario su aislamiento del mundo y dejar a un lado todo cuanto le rodea para "purificarse" y dejarse guiar por la seductora mano de la inspiración antes de entregarse a esa "nueva vida" post-creación y compartir con el resto del mundo lo que vivió en su retiro. El escritor ha de morir y dejar, en cada una de las 7 puertas de su Irkalla personal, todo cuanto le pesa en la vida y le impide avanzar. Solo entonces, tras esa purificación, podrá dedicarse al placer de escribir.

Este es mi particular Irkalla. Todas mis cargas, mis penas, mis alegrías... Todo cuanto soy queda reflejado en estas lí­neas, entre letras y desvarí­os surgidos de mi particular proceso de transición.

Aquí es donde se tejen mis historias, más allá de la razón. Aquí habitan ángeles y demonios, criaturas mágicas, espíritus, perturbados… Un sinfín de seres incomprendidos que quieren contar su historia, que sientas la amargura de su existencia y te pierdas en los senderos de la demencia.

¿Serás capaz de encontrar el camino de vuelta?

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